El lanzamiento de las Google Glass ha causado un intenso debate sobre la privacidad.

Si preguntaras tu padre si tiene una red social, probablemente te contestaría que no porque quiere preservar un cierto nivel de privacidad y no quiere compartir su vida entera en internet. Esta mentalidad pertenece a la generación anterior. Una generación de cartas, teléfonos públicos y mapas de papel.

Obviamente hay que tener cuidado con la utilización de internet y las nuevas tecnologías. Hemos visto los problemas que pueden surgir, como consecuencia de la falta de privacidad, con el susto reciente de Heartbleed Bug, el agujero de seguridad de software en la biblioteca de código abierto OpenSSL.

Sin embargo, ya vivimos en el mundo de Snapchat, YouTube, Selfies, Whatsapp, Facebook, GoPro Cámaras, Twitter, CCTV, LinkedIn e incluso grupos populares de Facebook titulados ‘Mujeres que comen en trenes‘.

La página Facebook de ‘Mujeres que comen en trenes’

Vivimos en un mundo sin mucha privacidad. Cuando antes lo aceptemos, mejor, ya que las nuevas tecnologías nos presentan un montón de oportunidades y ventajas que no eran posibles antes para la generación del siglo XX.

Hay algunas personas que también tienen dudas con respecto a los proyectos de Drones por Facebook y Google. Dicen que el «hermano mayor» está tomando el control del mundo y que «¡Orwell tenía razón!». Pero estas personas probablemente no han tenido en cuenta los beneficios de estos proyectos. El objetivo principal de los drones es llevar internet a todo el mundo. Sólo tienes que ver este video del proyecto Loon por Google para ver las ventajas que nos presentan los drones.

Es verdad que los drones también van a facilitar la mejora de imágenes y recursos de Google Maps y Google Earth. En este respecto, existen problemas de privacidad, ya que no todo el mundo quiere que una empresa tome una foto de su propiedad. Sin embargo, los descubrimientos y la eficacia que nos traen estas aplicaciones superan la falta de privacidad. Además, los drones podrían ayudar a Google con su proyecto de generación de energía eólica con turbinas en altura, llamado Makani. 

Entonces, ¿abrazamos Google Glass con brazos abiertos o rechazamos el dispositivo que claramente demuestra una violación de nuestra privacidad?

Hay una reacciónes contrarias a Google Glass dentro de ciertos grupos del ámbito tecnológico. Aún en la capital de la tecnología, San Francisco (el hogar de Silicon Valley dónde se encuentran las sedes de Google, Facebook y otras empresas del sector) hay muchos sitios en los que puedes ver un cartel con las palabras «prohibidos los dispositivos de vigilancia«, como en las siguientes imágenes:

Es verdad que no saber que una persona está grabando un video o haciendo una foto con las Google Glass es perturbador. Pero esto ya sucede utilizando los smartphones.

No debemos temer las Google Glass o la falta de privacidad que existe. Especialmente con el crecimiento de la tecnología «wearable» que va a abrir nuevas posibilidades con respecto a tecnología.

No debería utilizarse este tipo de tecnología para grabar o hacer fotos sin el conocimiento de los sujetos de la grabación. Este tipo de prácticas son consderadas voyeurismo, y es completamente censurable.

Sin embargo, debemos confiar en que el resto de seres humanos no van a utilizar Google Glass de manera inapropiada. Siempre habrá gente que aproveche la violación de privacidad de Glass de la misma manera en que alguien ha aprovechado la cámara pequeña de su smartphone para crear la página voyeurista de ‘mujeres que comen en trenes’ en Facebook.

Abraza Google Glass y no te preocupes sobre la falta de privacidad que nos trae el dispositivo, ha quedado evidenciado que esta falta de privacidad ya existe hoy en día. Google es una empresa que está desarrollando el mundo para facilitar un estilo de vida más eficiente y fácil.

Olvida tus reservas sobre Google Glass y abre los ojos al mundo actual.